El día 2 de agosto tuvo lugar la que se está convirtiendo en la tradicional paellada para todo el pueblo, en el sotechado de las antiguas escuelas, que reunió a vecinos y visitantes en un ambiente de alegría y convivencia. El aroma del arroz llenó el recinto, mientras grandes y pequeños compartían mesa y conversación. Reunió a unos 300 vecinos, a juzgar por las papeletas adquiridas.
Por la tarde, desde la plaza del Pico, comenzó la gimcana: "Se busca por Quintana", que llevó a los participantes, con más entusiasmo y mayor participación que el año pasado, a descubrir rincones ocultos del pueblo, despertando la curiosidad y el espíritu aventurero de todos. Equipos de amigos y familias recorrieron calles, plazas y caminos en busca de pistas, demostrando ingenio y colaboración. La jornada cerró con risas, premios y la satisfacción de una comunidad unida en sus tradiciones.
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