QUINTANA DEL PUENTE (Palencia): Familia Civera Babón

Vicente Civera Presencio nació en Torquemada (1913), hijo del carpintero Antonio. De joven vino a trabajar a la fábrica de harinas Santa Cecilia desempeñando el oficio que aprendió de su padre y llevando las cuentas de los gallineros y la huerta del administrador.

Por aquel tiempo Lucía Babón Calvo, nacida en Renedo de Esgueva (Valladolid) (1914), era la asistenta de los jefes de la fábrica que vivían en Valladolid.

Éstos solían pasar los veranos en la casa que tenían en la fábrica, y es aquí donde Vicente y Lucía se conocieron, se casaron, siguieron viviendo varios años, y donde nacieron sus hijos Teresa y Antonio. El cambio de jefe y administrador de la fábrica trajo consigo nuevas ocupaciones un tanto pesadas para Vicente, cargar y descargar sacos, cosa que no iba con las aptitudes que él podía desempeñar.

A raíz de esta situación, dejó su trabajo en la fábrica y alquiló una casa junto al corral de Eugenio, y un local al lado del corral de las Lorenzas a la vera de la carretera general que pasaba por medio del pueblo de Quintana, donde montó un taller de bicicletas y una frutería, que en aquel tiempo de 1954 era el centro de reunión donde chicos y chicas repartíamos la exigua propina de los domingos en la compra de pipas, caramelos y golosinas que con tanto cariño y paciencia nos servían el señor Vicente y la señora Lucía. También alquilaba bicicletas.

Estando en la fábrica ya había ido levantado poco a poco un gallinero en un terreno que compró a Pablo, el que vivía enfrente de la cantina El Porroncillo. Pero… como la renta de la casa y el local mermaban los ahorros, transformó el gallinero en la vivienda que hoy seguimos viendo junto al Camino de Herrera; eso sí, todo hecho por él, pues era un hombre que conocía todos los oficios: carpintero, “bicicletero”, frutero, cartero, “gasolinero”, albañil, pintor… buen ciclista y fumador de los de antes.